Saturday, June 28, 2008

FESTIVIDAD DE LOS SANTOS APOSTOLES SAN PEDRO Y SAN PABLO

29 de junio de 2008

Queridos Hermanos:

El día de hoy celebramos la festividad de san Pedro y San Pablo en lugar del Domingo Séptimo después de pentecostés. Ambas festividades nos dan ocasión de continuar con lo dicho en la semana pasada.

En la festividad de los apóstoles vemos que Cristo ha colocado en sus manos las llaves del reino de los Cielos y en el evangelio del domingo séptimo después de Pentecostés se nos advierte del cuidado que debemos tener de los falsos profetas que se presentan con vestiduras de ovejas, pero que por dentro son lobos rapaces.

La semana pasada, terminamos el sermón citando parte de la declaración pública hecha por el Obispo Ngo, quien desenmascaró a los lobos con piel de oveja incrustados en el Novus Ordo. Mostró al mundo que quienes pretenden la sucesión de San Pedro (quien profesó la Divinidad de Jesucristo y le fueron confiadas las llaves del Reino de los Cielos), no son verdaderos sucesores, toda vez que se han alejado de manera grave, de la confianza sagrada, que todo verdadero sucesor de los apóstoles debe mantener. (Por sus frutos los conoceréis)

Esos impostores a la sucesión de los apóstoles fueron desenmascarados por el Obispo Ngo. Fue capaz de ver y mostrar al resto del mundo lo obvio ya que estos frutos se estaban madurando al rededor de todo el mundo.

San Pedro y sus sucesores recibieron las llaves del reino de los Cielos en respuesta a una fe que fue depositada en ellos por Dios. Los sucesores de san Pedro han jurado proteger y defender esta fe y condenar cualquier aberración de ella.

Con la llegada del falso “Concilio Vaticano II” vemos que hubo impostores a la Silla de San Pedro, quienes no fueron verdaderos sucesores, porque en lugar de hacer la misma profesión de fe como lo hizo san Pedro (“señor ¿a quién iríamos?, Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros hemos creído que tu eres Cristo, el hijo de Dios”) decidieron poner su confianza y esperanza en los hombres.

El supuesto “Papa Paulo VI” se presento ante las Naciones Unidas el 4 de octubre de 1965 presentándose a sí mismo y a todo lo que representaba en “sufragio” a este grupo de hombres.
“Traemos a esta organización el sufragio de nuestros recientes predecesores, de todo el Episcopado católico, y el nuestro propio, convencidos como estamos que esta organización representa el paso obligatorio de la civilización moderna y de la paz mundial…” en lugar de poner a Cristo como el único a quien verdaderamente podemos ir en busca de ayuda, este impostor agrega: “la gente del mundo acude a las Naciones Unidas como la última esperanza de paz y concordia…”
Estos hombres implementaron cambios drásticos a todo lo que es santo y sagrado, sin ponerse a pensar a las ramificaciones espirituales de sus acciones. (Tal vez, sabían bien que estaban destruyendo todo lo que pasaba sobre sus manos). De esta manera la Nueva Misa fue aceptada por todos los protestantes, toda vez que ya no representaba la verdad de Cristo. “Este es mi Cuerpo…” Esta nueva “Misa” cambio el altar por una mesa; el Sacrificio por una cena; cambio la ofrenda a Dios por la alabanza de los demás hombres; cambio el sacrificio sacerdotal en un conductor, etc. Finalmente convirtió la casa de Dios en cueva de Ladrones. Eliminaron todo lo sagrado, expulsaron a Cristo mismo, fuera el Tabernáculo luego entonces fuera las palabras tradicionales (verdaderas) de la consagración, es decir que a Cristo no se le permitió en la Iglesias construidas para Su honor y gloria, por sus fieles católicos.

En donde estaban aquellos que debían decir con San Pedro: “Tu eres Cristo el Hijo de Dios vivo?” dónde estaban aquellos con la fe dirigida por san Pedro para entender que no hay a nadie más a quien acudir porque, sólo Cristo tiene las palabras de vida eterna? Es obvio que quienes ponen su fe y esperanza para la paz mundial en las manos de las naciones unidas en lugar de Dios, evidentemente, no tienen la misma fe de San Pedro luego entonces no puedes decirse sucesores de su trono.

EL Obispo Ngo. Desenmascaró a esos lobos con piel de oveja y señaló los frutos amargos que estaban surgiendo para que todo el mundo pudiera verlos y juzgarlos. Para después hacer lo que debió hacer, para salvaguardar aquello que le fue dado para preservar y trasmitir.

Los frutos de su trabajo están visibles hoy en día en por lo menos tres obispos verdaderos que se mantienen fieles a todo lo que la Iglesia enseña y protege y condenan todo lo es contrario a esta doctrina. Hacen posible que, todos aquellos, hasta donde es humanamente posible, reciban los verdaderos sacramentos, tan necesarios para nuestra salvación. Santifican, enseñan, y gobiernan como todos los verdaderos sucesores de los apóstoles deben hacerlo.

Aunque son rechazados por todo el mundo y todas las falsas religiones ellos consideran un honor porque han sido encontrados dignos de cargar con todo esto en imitación a Jesucristo nuestro Señor.

Por sus frutos los conoceréis”

Paz y Bien

Saturday, June 21, 2008

DOMINGO 6TO DESPUÉS DE PENTECOSTES

22 DE JUNIO DE 2008
Queridos Hermanos:
En el Evangelio del día de hoy, leemos sobre la segunda multiplicación de los panes y pescados que realizó nuestro Señor. Pongamos nuestra atención en lo que quedó de estos después de que hubieron todos comido.
Los que comieron eran unos cuatro mil y quedaron siete canastos llenos para quien deseara más. Dios es sobremanera generoso con sus regalos, el evangelio de hoy nos muestra claramente que hubo suficiente para comer, si alguien se fue de allí con hambre fue por voluntad propia. Obviamente porque lo que quedó era mucho mayor de lo que había antes de haber empezado.
Mientras que Cristo alimentaba sus cuerpos de manera física, algunos comentadores nos informan que el alimento físico simboliza el alimento espiritual (la Palabra de Dios) con la que alimenta Jesucristo a todos sus seguidores.
Estos siete canastos de alimento espiritual (la Palabra de Dios) fueron puestos en las manos de los apóstoles para su cuidado y uso en el futuro. Nada debía desperdiciarse. Con estos siete canastos los apóstoles deben alimentar a todos los que desean recibirlo, aún hasta el fin de los tiempos.
Sabemos que no todo lo que Jesucristo dijo e hizo fue grabado en las Sagradas Escrituras. Sólo fue escrito lo que fue necesario para lograr el objetivo deseado. Hay mucho más, y esto se nos ha trasmitido a través de la Tradición. Esta tradición se nos trasmite a través de los verdaderos sucesores de los apóstoles, quienes en turno son guiados y protegidos por el Espíritu Santo.
Cada obispo, al momento de ser consagrado jura proteger y guardar todas las enseñanzas de la Iglesia Católica. Recibe y debe cuidar los canastos de la palabra de Dios a él encomendada. No debe solamente mantenerla inviolable sino que además debe distribuirlo entre todos aquellos que Dios ha puesto bajo su cuidado. Debe acusar y condenar a todos aquellos que abusen o nieguen lo que ha sido fielmente puesto para su cuidado.
Quienes niegan la Tradición como fuente de revelación se han separado en esencia de la misma palabra de Dios que pretenden honrar. La ironía es repugnante cuando comprendemos su tonta hipocresía. Al declarar que se mantienen sólo por la palabra de Dios rehúsan recibir las mismas palabras de Dios que ha encomendado a su autoridad viva y visible.
Estos protestantes insidiosos entraron a la Iglesia en Roma, de manera clandestina y declaran su existencia en la superficie del falso “concilio Vaticano II” e hicieron los arreglos necesarios para manipular a quienes parecían ser los guardianes de los canastos de la verdadera palabra de Dios, para abandonar la tradición y casar a los sacramentos con una nueva forma, la Misa y cada aspecto de la Fe y que fue fielmente a ellos encomendada.
El pastor fue golpeado y las ovejas se dispersaron y el caos reino, mientras que la nueva libertad y la opción de elegir seguir la tradición, leyes y reglas fue implementada a través de todo el mundo en esta nueva religión conocida como Novus Ordo (Nuevo Orden).
Sólo una autoridad de alto rango ha sido reconocido por haber sido fiel a sus votos y denunciar todo lo que se estaba realizando, quienes lo estaban promoviendo y formaban parte de eso.
Concluyamos con una cita parcial de lo que este instrumento de Dios declaró:
Por encima de todo este desorden, que ofende a Dios, existe un número de elementos que constituyen un objeto de reproche para Dios. Por ejemplo, en las ordenaciones sacerdotales, consagraciones episcopales, en el sacramento de la Confirmación y extremaunción.
Además de estas cosas, estos “sacerdotes” mencionados en líneas anteriores profesan:

1.- El modernismo
2.- Un falso ecumenismo
3.- Culto al Hombre
4.- Indiferencia religiosa
5.- Rechazar condenar y excomulgar a los herejes

Por esta razón en mi capacidad como Obispo de la Iglesia católica, juzgo que la Sede Apostólica está vacante y que es mi obligación como Obispo hacer todo lo que este bajo mi poder para asegurar la continuación de la Iglesia católica para la salvación eterna de las almas.
Múnich 25 de Febrero de 1982
Pedro Martin Ngo Dinh Thuc
Arzobispo.

Saturday, June 14, 2008

DOMINGO 5TO. DESPUES DE PENTECOSTES

15 de junio de 2008

Queridos Hermanos:

“Si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entrareis en el reino de los cielos. “

Vemos que no es suficiente seguir la letra de la ley. En muchas ocasiones nos volvemos obsesivos con los detalles de la letra de la ley y fallamos en entender el espíritu de esta, lo que es más importante.
Nuestro Señor nos da el ejemplo con el Quinto mandamiento de Dios: “No mataras”. El hombre escucha o lee este mandamiento en muchas ocasiones y se declara a si mismo inocente de cualquier culpa relacionada con este crimen, toda vez que físicamente no han dañado a nadie. Nuestro Señor nos señala que, este no es el caso y que este tipo de “justicia” no es suficiente para entrar en el reino de los cielos.
No son solamente culpables de este pecado, quienes asaltan físicamente a otros, sino también quienes atacan con las palabras. Quienes dicen “raca” (estúpido) o llama “impío” a su hermano, son igualmente culpables de este pecado.
Y evidentemente son también culpables quienes dan cabida a estos pensamientos. “todo aquel que se airare contra su hermano, será reo de juicio”. Con que frecuencia quienes alimentan odio en su corazón se imaginan ser inocentes de este pecado en contra de este mandamiento, por el simple hecho de no manifestar sus pensamientos en hechos.
Hay excepciones a la letra de la ley pero no al espíritu de esta. Si una persona muere en un accidente o en defensa propia, la letra de la ley se rompe, sin embargo sabemos que moralmente en tales casos la culpa es mitigada por las circunstancias.
El espíritu de la ley nos hace acercarnos más allá de la superficialidad de las palabras. Debemos adentrarnos en la intención y voluntad de quien dispone la ley; si vamos verdaderamente a guardar el espíritu de la ley. En esto fallaron los escribas y fariseos. De la misma manera que lo hacen la mayoría de las personas.
La voluntad de Dios en este mandamiento y todos los demás fueron resumidos en dos de los grandes mandamientos: Amar a Dios con todo nuestro ser (amor preferencial); y amar a nuestro prójimo como nos amamos a nosotros mismos. El resto de la ley está basada en estos dos, incluido el presentado como ejemplo el día de hoy.
La voluntad de Dios es que nos amemos los unos a los otros como El nos ha amado. Amar significa querer y procurar todo lo que es bueno para la persona amada. Evidentemente esto prohíbe asesinarlo tanto de, pensamiento, palabra u omisión.
Dios juzga el corazón. El hombre no va a ser juzgado sólo por sus acciones y palabras sino también por cada pensamiento y omisión. Tal vez el mayor obstáculo para nuestra salvación eterna sea nuestro libre albedrio. Todo lo que deseamos o queremos es considerado como hecho ante los ojos de Dios. Quien alimenta el odio en su corazón es culpable de asesinato. Quien desea a la mujer del otro es culpable de adulterio.; etc.
Bajo esta perspectiva nuestra ofrenda matutina toma un nuevo significado. Hacemos nuestra intención, hacer todo por Dios cada mañana, ganar todos los meritos e indulgencias para este día, etc.
Si nos llenamos de temor cuando entendemos que tan fácil es ofender a Dios y con qué rapidez se puede hacerlo, con un solo pensamiento; debemos por lo tanto, de la misma manera, encontrar a manera de consuelo que podemos complacerlo también a El con un buen pensamiento o deseo. Si somos condenados por tener un mal pensamiento sobre los demás seres, nos podemos hacer merecedores del cielo si le deseamos lo mejor, especialmente si le deseamos las bondades de la felicidad eterna.
El Desear y procurar el bienestar de nuestro prójimo no nos impide que en las ocasiones que sean necesarias señalemos sus errores, y si se nos ha dado una posición de autoridad imponer algún castigo, para su propio bien. Esto es muchas veces confundido por odio, cuando en realidad es todo lo contrario. Buscamos corregir a los que amamos y en ocasiones somos nosotros los que debemos destruir sus ilusiones fantasiosas de “felicidad” y hacerlos “sufrir” en este mundo para que podamos hacer más fácil su paso del juicio a la eternidad.
Tal vez los más grandes enemigos de nuestros niños hoy en día son sus mismos padres que rehúsan corregir, amonestar y encausarlos. Han confundido el amor con la negligencia o la indiferencia.
En respuesta a la pregunta de San Pablo. “Soy acaso tu enemigo porque te digo la verdad?” debe ser claro que aunque, lo que se ha dicho o hecho en contra de nosotros, puede ser doloroso y en ocasiones incomodo, sin embargo es por nuestro propio bien y quienes nos señalan nuestros defectos son realmente nuestros amigos (todas las cosas funcionan por el bien de quienes ama a Dios).
Entremos al espíritu de quien dicta la Ley, Dios, y veamos ahí la verdad, obedeciendo más que la letra de Su ley. Al hacer esto, vamos a sobrepasar la justicia de los escribas y fariseos y tal vez merecer un lugar en el cielo.

PAZ Y BIEN

Friday, June 6, 2008

DOMINGO 4TO. DESPUES DE PENTECOSTES

8 junio de 2008

Las Palabras de San Pedro deben hacer eco en nuestro corazón y mente: “Apartaos, Señor, de mi, que soy un hombre pecador”.
Por el milagro que presenció, san Pedro reconoció que se encontraba ante la presencia de Dios. El reconocer esto le sigue la postura adecuada. “se arrodillo ante Jesucristo”. Cuál es la postura adecuada y natural del hombre pecador cuando se encuentran ante la presencia de Dios?
Tal vez debemos retroceder un poco y hacer la siguiente interrogante. Quienes somos nosotros? Reconocemos y aceptamos quienes somos realmente? No lo que el mundo ve de nosotros o lo que nosotros nos engañamos en pensar que somos, sino lo que realmente somos ante la vista de Dios.
Es verdad que somos las mejores creaturas de Dios aquí en la tierra y que fuimos puestos sobre todas las demás creaturas, sin embargo, debemos reconocer que estamos muy por debajo de la dignidad de nuestro Creador. Existe una gran distancia entre nosotros y Dios que existe entre la más insignificante pieza de arena y nosotros. Somos casi nada cuando somos comprados con Dios y debido a nuestro pecado somos todavía menos.
Por lo tanto vemos que San Pedro natural y lógicamente asume la posición más apropiada para él. Sobre el suelo, es la posición más baja que pueda asumir.
Cuando entramos a la casa de Dios, decorum requiere que no tomemos la verdadera posición que debemos asumir (Postrados sobre el suelo). Nuestra santa madre la Iglesia ha establecido que nos pongamos de rodillas, para hacer nuestras peticiones, acción de gracias, adoración etc. Cuanto más adecuada es esta actitud cuando nos preparamos para recibir a Jesucristo en la Santa Comunión?
Si pudiéramos ver la Divinidad ante la que nos encontramos nos desplomaríamos por temor. Es verdaderamente un don de Dios que permanezca oculto bajo la apariencia de pan y vino. Sin embargo, esto mismo nos tienta a caer en una familiaridad despectiva.
Debemos aprender a ver no con nuestros ojos sino con nuestra alma. Y mientras echemos una mirada con fe hacia nuestro Señor residente en el Tabernáculo, los primeros pensamientos que llegan a nosotros, serán similares a los pensamientos que tuvo san Pedro, según nos señala el evangelio de hoy.
San Pedro fue envuelto en humildad al ver el milagro físico de la captura de tantos pescados. Nosotros por otra parte, somos testigos de algo mucho mejor: (El perdón de nuestros pecados, la Transubstanciación, la Santa Comunión etc.) y aún con todo esto no somos humildes. Ni nos maravillamos de estar ante la presencia de Dios. Todo esto lo debemos atribuir a nuestra falta de Fe.
La fe y humildad de San Pedro y los demás seguidores fue tal que: “sacadas a tierra las naves y dejadas todas las cosas, le siguieron”. Cuáles son nuestras respuestas al escuchar y ver a Dios? Estamos listos, con voluntad y capacidad para olvidar todas nuestras actividades mundanas y preocuparnos por la salvación eterna, por algunos momentos del día o de la semana?
Debemos sorprendernos ante las cosas que hicieron los santos en épocas pasadas no están sucediendo en nuestros días. Tal vez sea que no tenemos la fe que ellos tenían. Ello sabían quiénes y que eran, mientras que nosotros (siguiendo las sugerencias de nuestras pasiones, del mundo y de la carne) nos engañamos a nosotros mismos pensando ser algo cuando en realidad somos nada.
Después de este temor inicial de San Pedro, vemos como Jesucristo nuestro Señor lo tranquiliza y lo acerca más a Él. “No tengas miedo” Lo mismo quiere hacer con nosotros. Pero como puede hacerlo si nos falta el temor inicial y reverencial? Para poder estar realmente unidos con Dios es necesario, primeramente, que desechemos aquello que naturalmente nos aleja de Su presencia, nuestros pecados. “Apartaos, Señor, de mi, que soy un hombre pecador”.
Una vez que hemos renunciado a nuestros pecados y regresado a Él, luego entonces El nos elevará. No podemos levantarnos solos (eso sería contrario a la humildad que nos posiciona en nuestro lugar) De esta manera se son dará nuestra misión como le fue dada a San Pedro y los demás. “No temas; de hoy en adelante serás pescador de hombres”.
Nuestra misión, tal vez, no sea igual a la de ellos, sin embargo, será un gran regalo de Dios que nos debe inspirar a “seguirlo” como lo hicieron los apóstoles.

PAZ Y BIEN

Tuesday, June 3, 2008

EMBAJADORES SUTILES DE SOFISMAS

EMBAJADORES SUTILES DE SOFISMAS
O TEOLOGIA “YO-YO –ISTA”





EMBAJADORES SUTILES DE SOFISMAS
O TEOLOGIA “YO-YO –ISTA”

Han pasado ya, veinticinco años desde mi consagración episcopal. Durante este tiempo, he experimentado muchas manifestaciones inesperadas de ambiciones clericales de diferente nivel disfrazadas de catolicismo, sin ser otra cosa más que la codicia y egocentrismo de la especulación prostituida del sacerdocio.
Al frente de este patético grupo, marchando como un clérigo “independiente” se encuentra M.E. Morrison, compilador de lo que de manera arrogante llama “El directorio católico oficial de las Misas Tridentinas y libro de recursos de esta naturaleza”.
Se pierde uno, al tratar de determinar, exactamente, que es lo que hace su colección de herejes y cismáticos, ofreciendo Misas sacrílegas o invalidas, algún tipo de “Directorio Oficial Católico”. ¿Quién, en autoridad, le ha comisionado para presentar esta colección arbitraria de nombre como algo “oficial”?
Los Frailes Franciscanos han sido listados en este “directorio” en contra de su voluntad. Aún el intento, de la manera más cortes, por eliminar su nombre se enfrentaron a la arrogancia típica. El pretexto para remover a los Franciscanos de este “directorio” fue el decir que esa era una “información del interés público”
Aprovechamos esta oportunidad para repudiar esta declaración engañosa de listar a los católicos Romanos y sus asociaciones con herejes y cismáticos. Nosotros Franciscanos, ofrecemos la Misa Tridentina, pero no tenemos ninguna asociación con ningún hereje o cismático, enlistado en el engañoso directorio de Morrison.
Para Morrison pretender ser algún tipo de clérigo de reputación aceptable dentro de la Iglesia Católica es mortificante y típicamente engañoso del tipo de clérigos por el mismo estilo de lo que él representa.
Y, sinceramente, es aquí donde trazamos la línea como lo hizo Moisés para separar a los creyentes ortodoxos de los cismáticos.
La cuestión aquí es prevenir aquellas almas que se consideran a sí mismas católicas evitar involucrarse con clérigos –validos o putativos – sólo por ser percibidos de ofrecer la verdadera Misa. Tener en mente que no es sólo la Misa lo que cuenta, es la totalidad de la Iglesia que es lo esencial: Su doctrina, Su disciplina y Sus leyes. Nadie puede dispensarse las obligaciones que conlleva ser católico completo.
Muy distinto a quienes serán descritos, aunque de manera breve, en este artículo, católicos genuinos son leales y obedientes a la autoridad visible en la Iglesia designados por el Espíritu Santo.
En primer lugar y antes que todo, por lo tanto, es necesario repudiar a todos los que han hecho reclamos públicos de que no hay autoridad visible en la Iglesia. Esto es realizado en ocasiones directa o indirectamente. El resultado es el mismo: EL cisma y su consecuente separación de la autoridad visible del Cuerpo Místico de Jesucristo.
Liderando a la manada de lobos cubiertos con piel de ovejas se encuentran quienes han desparramado la absurda idea del Papa que no es Papa. Este sin sentido se origino con el ya fallecido Obispos Guerard des Lauriers, O.P. Quien fuera consagrado por Msgr. Ngo Dinh Thuc. Se debe hacer notar que después de esta consagración Msgr. Des Lauriers ya no tuvo ningún contacto con Msgr. Ngo. Citando fuentes fidedignas, se dice que Msgr. Ngo, se refería a Msgr. Des Lauriers como alguien a quien “le faltaba un tornillo”. Se ha de haber referido a la idea absurda de Des Lauriers de que puede “haber un Papa material más no Papa Formal”. Es obvio que Des Lauriers conocía muy poco de metafísica y que por lo tanto usaba terminología sin considerar el significado de las palabras.

Todo parece indicar que Des Lauriers imaginaba cosas y buscaba palabras en las Sagradas Escrituras para sirvieran a estas. Pero ¿No es esto lo que todo protestante hace?. Existen quienes su religión consiste en maniobrar serpientes venenosas. Para justifica esta religión, sus adeptos citan las Sagradas Escrituras donde dice que quienes crean en el Señor serán capaces de levantar serpientes venenosas y que estas no podrán lastimarlos. Me supongo que quienes han sido mordidos por estas podrán ser considerados como hombres de poca fe…
Existen quienes pretendieron obediencia a un verdadero Obispo, sólo para retractarse de esta obediencia cuando sus deseos personales no fueron favorecidos. De tales individuos debemos recordar la sabiduría que se encuentra en el Libro del Eclesiástico:
Hay una sabiduría que es execrable, y hay necios que ni siquiera saben hacer el mal, mejor es con poca inteligencia temer a Dios, que con mucha traspasar la ley. Hay una sutileza verdadera, pero que traspasa la justicia. Y que pervierte el derecho para mostrar el ingenio. Hay quien va encorvado y enlutado, pero en su interior está lleno de engaño.
Lleva la cabeza baja y se hace el sordo, pero cuando menos lo piensas se te echa encima. Y aunque no tenga fuerzas para ello, en cuanto tenga ocasión te hará el mal. (19:20-24)
Santo Domingo, fundador de la Orden de Predicadores, tiene esto que decir: “Los herejes deben ser convertidos por medio del ejemplo de humildad y otras virtudes más rápidamente que por cualquier manifestación o batalla de palabras. Así que armémonos con oraciones devotas y juego de manifestaciones genuinas de humildad y vallamos descalzos a combatir a Goliat”. (St. Dominic 1170-1221 AD on Apologetics).
Este tipo particular de individuos,, presentándose a si mismo como “portavoz” (de quien, es difícil descifrar) dio la bienvenida a una reunión en Monroe CT. A un reducido grupo de clérigos. Reverendos Vida Elmer, Blanco, McKenna, y el expulsado del sacerdocio, el señor Tomás Fouhy, a quien McKenna se refiere como “Padre Fouhy”.
McKenna admite que fue este “padre Fouhy” que acelero este “segundo intento de nuestro movimiento organizado” – movimiento del cual McKenna es el aparentemente auto nombrado líder. No ve ningún problema con ser sometido a un grupo de laicos, que tiene todas las características del ya condenado fideicomiso.
Ahora bien, al tiempo de aquella reunión al que McKenna altisonantemente se refería como “mini conclave”, del cual era el cabeza, no tuvo ningún problema al promover la valides de las consagraciones realizadas por Msgr. Ngo en Francia, después de haber señalado que sacerdotes como él no necesitaban a ningún obispo porque estos son tiempos “extraordinarios”, procedió a formar el caso de sus esperanzas para su consagración, velado de alguna manera.
Después de un gran parloteo piadoso (el documento completo lo tenemos en nuestras manos) McKenna se aproxima al verdadero motivo: dice: “Nosotros todos, sacerdotes de nuestra propia parte, debo pensarlo, nos sentiremos más a gusto y mas en casa trabajando nuevamente bajo la dirección de una autoridad superior. Es verdad que tal obispo, ordenado de manera extra canónica, seria por ese hecho no tener jurisdicción propia como tal, me refiero a la jurisdicción que acompaña la designación canónica, sin embargo, como ordenado sucesor de los apóstoles (como lo fueron los primeros obispos de la Iglesia) tiene la completa y total cooperación de cualquier sacerdote que se ponga a sus órdenes”.
Continua señalando además: “Estoy cierto humanamente hablando, hermanos, que a menos que haya un obispo que guie la causa de la Iglesia tradicional aquí en los Estados Unidos, existe aún esperanza para su crecimiento”. También señala: “Yo propondría, si la mayoría de ustedes están de acuerdo con mi razonamiento, que antes de disolver la noche de mañana, nominemos por votos a alguien de los aquí presentes para proponérselo a su excelencia Ngo Dinh Thuc en Múnich ser ordenado obispo para el vestigio Americano.
Favor de notar que el señor Fouhy estaba en este “mini conclave” de tres sacerdotes representando al obispo Musey, quien recientemente había sido consagrado. Y el mismo obispo se encontraba presente en la referida reunión. Que audacia tan absurda, diría yo, decir que aunque ya había un obispo para el vestigio Americano. McKenna está ignorando este hecho.
Más aún, fue el obispo Musey quien ofreció consagrar (no ordenar) cualquiera de los sacerdotes presentes en esa reunión, que ellos designaran. Según el obispo Musey, estos sacerdotes le pidieron salir de la habitación, para que pudieran debatir si lo aceptarían o no como a su Obispo!. Después de haber debatido, pe pidieron al obispo Musey volviera a entrar a la habitación y lo “aceptaron” Tras lo cual!, como lo mencionamos, él les ofreció consagrar a uno de los sacerdotes de su elección como obispo para la región del este de los Estados Unidos.
Noten la mentalidad protestante de McKenna cuando “presume de la paciente caridad” de los ahí presentes: “En lo personal recomendaría como nuestra nominación para ser obispo al Padre Vida Elmer de Albany, Nueva York. El Padre Vida no es un sacerdote de la ORCM, al tener su propia capilla separadamente incorporada, aunque se ha distinguido y mostrado la profundidad de tanto su piedad como su conocimiento, en sus escritos y predicaciones, como se puede ver en sus escritos publicados en nuestra publicación. Tiene además una ventaja sobre una edad que creo es justamente adecuada, ¡ni muy avanzada para mucha esperanza, ni tan joven para asustar a alguien ¡”
Estas son verdaderamente palabras extrañas, ¿Por qué, un obispo joven, sería ocasión de temor para alguien? Sin embargo, examinemos el escenario completo, un poco más de cerca. McKenna sugiere que el Arzobispo Ngo en Múnich sea quien consagre al americano. Son ignorados los dos obispos en México; ignorado es también el Obispo Musey que se encontraba ahí presente.
Observemos por cuánto tiempo duro el entusiasmo apilado sobre la persona de Vida Elmer por McKenna. Sin tomar en cuenta el hecho de que McKenna ha “supuesto” sobre la caridad paciente de los sacerdotes presentes, y sin tomar en cuenta el hecho de que todos los demás votaron por Vida Elmer (cuanto votos puedes generar tres sacerdotes), sin embargo, ¡cada uno de ellos que votaron por Vida Elmer contactaron al obispo Musey y se retractaron de su voto¡ Esto me lo dijo a mí el obispo Musey.
Aparentemente no hubo ningún problema con McKenna saber que Vida Elmer poseía propiedades de la Iglesia en nombre de un laico- no como la sociedad de san Juan Birch (John Birch Society)en la que los laicos poseían propiedades donde McKenna era el sacerdote por ellos contratado.
Respecto a sus “escritos y predicaciones” Vida Elmer no eran del todo católicos. De hecho, después de no haber logrado que lo consagraran en Monroe CT. Él y McKenna trataron de contactarnos para que nosotros los consagráramos en Baton Rouge, LA. Cuando esto no sucedió Vida Elmer, dio rienda suelta a su odio contra nosotros, anunciando que sólo nos aceptaría como obispos si pudiéramos mostrar un mandato Papal o un milagro de primera clase.
En la reunión de Baton Rouge LA, el obispo Musey públicamente anunció a los clérigos asistentes (número muy reducido) que aún el mismo McKenna que había votado por Vida Elmer se habían retractado. Por lo tanto, el obispo declara que, aunque estaba dispuesto a consagrar a Vida Elmer, le pidió que le enviara su Curriculum Vitae (expediente de sus experiencias académicas y pastorales), Vida Elmer, no lo hizo así. Por el contrario, se dirigió a la gente de Europa, al fallar también en este intento. Contactó a la gente de México, esto también no funcionó. Jamás presentó los documentos al obispo Musey.
En Baton Rouge, McKenna y Vida Elmer presentaron a nosotros, obispos, una petición amenazante de que consagráramos “dos o tres” de los sacerdotes presentes en la reunión. Lo que aseguraría la consagración de estos, al no haber nadie más, presente en la reunión. Al fallar en esto, McKenna estaba tratando de protegerse a si mismo al sugerir posteriormente que no se hiciera ninguna jurisdicción territorial. “… hasta que se completara el número de obispos adicionales sea completado” Notar que yo fui elegido y consagrado por los tres obispos, muy a pesar del disgusto de McKenna. Este malestar e hipocresía de parte de McKenna fue expresado en varias cartas insultantes que no fueron contestadas por no merecerlo así.
McKenna no fue aceptado como sacerdote bien recomendado por dos razones. En primer lugar, porque animó a la gente a rechazar a su obispo y claramente les dijo que él sería quien decidiría si deberían obedecer o no al obispo. Por su puesto que su decisión era obvia: No necesitaban obedecer al obispo, al que necesitan obedecer es a él.
No mencionaré las cartas que escribió a ciertas personas con el propósito de socavar la unidad de los obispos. Esto lo soporte en silencio. La razón más grave para rechazarlo fue que violo el secreto de confesión, causando con este gran daño domestico entre esposo y esposa.
Ahora bien, surge la interrogante sobre la validez de la consagración episcopal de McKenna y de todos los que derivan de él. Públicamente lo ha declarado por escrito que, la condición para su consagración, sería que estuvieran presentes tres obispos en esta. Esta es la condición, si no se cumple esta, la consagración es invalida. La condición no se realizó. Por lo tanto la consagración de McKenna es inválida. Fue “consagrado” en Francia por Msgr. Guerard des Lauriers. Como se realizó esto, no lo sabemos. Sabemos que estaba tratando que nosotros lo consagráramos en Baton Rouge usando sólo la esencial materia y forma.
Sabemos también, que McKenna ha “consagrado” hombres extraños cuya ordenación sacerdotal jamás ha sido claramente establecida. Consagró a un hombre de nombre, Slupski, quien había sido previamente consagrado por un obispo hereje. Slupski hoy en día, oficia misa al grupo de Feenyite de Rockford, Illinois.
Su punto de vista teológico erróneo en relación a la intención necesaria para la validez de un sacramento le permite alabar a la secta Lefebvrista.

Es por la protección de los fieles no informados que pueden ser engañados por clérigos charlatanes que se hizo una declaración pública en relación a cualquier consagración posterior al 24 de agosto de 1982. Se hizo público que cualquier persona ordenada o consagrada después de esa fecha en la que yo no tengo voz no será considerada Católica.
Los puntos de vista de McKenna han cambiado como las caras de la luna. Razón por la cual sus puntos de vista teológicos han sido bautizados “yo-yo ismos” hacia arriba y hacia abajo, dependiendo de su particular necesidad del momento. La Iglesia católica no está construida en incoherencias.

TRADUCCIÓN DEL ARTÍCULO “THE BISHOP SPEAKS” DE LA EDICIÓN OCTUBRE DE 2007 DE LA REVISTA THE SERAPH.