Saturday, January 31, 2009

CUARTO DOMINGO DESPUES DE EPIFANIA

CUARTO DOMINGO DESPUES DE EPIFANIA
1 DE FEBRERO DE 2009

“?De que temeis, hombres de poca fe?”

La Iglesia Catolica fue en un momento una gran fuerza mundial, como lo fue Cristo en Su tiempo, cuando una gran multitud lo escuchaba y seguia. Ahora vemos a la Iglesia reducida a unos cuantos y rebazada por los modernistas y liberales. De la misma manera que los apostoles fueron tentados a pensar que Cristo duerme, nosotros lo hacemos igual al ver que el mundo amenaza a Su Iglesia con marejadas y relampagos. Por lo que debemos quitarnos esta carga al decirnos a nosotros mismos como Cristo les dijo a los apostoles, ¿De que temeis, hombres de poca fe?

Solo puede suceder lo que Dios permite y desea. La gran apostasia que envuelve por todos lados, es el resultado de la voluntad permisible de Dios, asi como la tormenta que amenazaba con destruir todo a su alrededor. Sonreimos ante la actitud de los apostoles, porque deberian saber que nada les pasaria. Sin embargo, ¿hemos estado ante tal situacion, en un bote pequeno, amenazado por el viento y grandes olas? Conocemos las tormentas pero de diferente naturaleza. Sin embargo en ocaciones estamos mas temerosos que como lo estuvieron los apostoles.

¿cual es el temor a nuestros enemigos? ¿Que pueden hacernos?, pueden torturarnos y asesinarnos, pero, ¿que mas da, si habremos de morir algun dia? Si habremos de iniciar nuestra vida eterna un poco antes ¿por que nos quejamos?

Sin embargo, haciendo todo esto a un lado, es Dios quien a final de cuentas esta al mando. Si algo nos sucede, El lo ha permitido. Y El solo desea lo que es benefico para nosotros y nuestra vida eterna. ¿Nos sentimos abandonados, oprimidos, solos, en el mar de liberales y modernistas? ¿Nos sentimos, en ocaciones, sobrepasados por todo esto? Es entonces cuando debemos pensar en la presencia de Dios, y renovar y fortalecer, nuestra confianza en El. Animo!, todo sucede para en beneficio de quienes amar a Dios. Nunca estamos solos y a Dios nunca se le pasa nada.

Debemos buscar lograr una gran confianza en Dios, porque es todo Amor, poder y sabiduria.

Nuestra confianza debe ser activa. Dios ayuda a quienes se ayudan a si mismos. Dios no va hacer lo que nosotros podemos hacer con la fuerza que El nos ha dado. El hombre pobre puede rezar todo el tiempo por riquezas, sin embargo, es el hombre activo quien incorpora su trabajo en la oracion y logra sus objetivos, con la ayuda de la gracia de Dios.

Si queremos llegar al cielo, debemos constantemente y de manera conciente cumplir los mandamientos. Si deseamos perdon de nuestros pecados, debemos estar verdaderamente arrepentidos de estos y confesarlos. Si deseamos permanecer en el estado de la gracia, debemos estar vigilantes y en oracion. Mientras que la confianza en Dios es una virtud, se convierte en pecado cuando rechazamos hacer nuestr parte. El hombre enfermo que rechaza el remedio que Dios le ha dado mientras que reza pidiendo un milagro comete pecado en contra de esta virtud.

Lo mismo hacen quienes no hacen nada por eliminar la influencia de los liberales y modernistas, mientras que de manera silenciosa y pasiva “confian” en Dios. Debemos permanecer activos y levantar la voz cuando sea necesario, debemos hacer penitencia y oracion con este proposito. Dios va solucionar esta situacion, con o sin nosotros. La pregunta es de cual lado estaremos. Cuando regrese, estaremos ocupados en Sus mandatos o nos encontrara descansando en nuestra flojera y negligencia, viviendo una vida presuntuosa.

Por ultimo, toda nuesta confianza debe estar basada en los meritos de Jesucristo. Aunque debemos permanecer activos y hacer lo que a nosotros toca, debemos tambien, mantener en mente que son los meritos de Jesucristo que nos hacen merecedors de esta confianza. San Bernardo en una ocasion dijo al demonio: “Es verdad, soy absolutamente inmerecedor del cielo, es verdad, no lo merezco y tal vez nunca lo merezca, sin embargo, lo espero, porque la bondad, amor y misericorida de Dios son infinitos. Espero disfrutar de la gloria eterna en el reino del cielo, por los meritos de Jesucristo”.

Si practicamos estos aspectos de la virtud de la confianza en Dios veremos que somos liberados de las ansiedades y preocupaciones mundanas, encontraremos consuelo ante los sufrimientos, persecusiones, fuerza ante la tentacion, y confianza en la practica de las virtudes y buenas obras.

Parecera sin esperanza y en tinieblas pero Dios no esta muerto. No esta lejos de nosotros, ni duerme, tampoco. Vendra en nuestra ayuda cuando vea que hemos hecho todo lo que nos ha pedido y veamos que todo lo que hacemos es envano sin Su asistencia.

Tengamos valor y fe, y luchemos la gran batalla final, con Su gracia hasta el ultimo momento de nuestra vida.

Saturday, January 24, 2009

TERCER DOMINGO DESPUES DE EPIFANÍA

25 DE ENERO DE 2009

Queridos Hermanos:

En este día, somos testigos de dos profesiones de fe en Jesucristo. La profesión de nuestra fe es necesaria para la recepción de la gracia de Dios y la salvación de nuestra alma. Cristo ha dicho: “Cualquiera pues que me confesare delante de los hombres, le confesaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos” San Mateo 10:32

Debemos estar siempre listos para profesar la verdadera fe. Cuando somos cuestionados por los que están en autoridad alguna, debemos estar preparados para confesar nuestra fe aún si somos amenazados de recibir las más crueles torturas y muerte dolorosa. Cristo cuando fue cuestionado por el sumo sacerdote no dudo en decir que El es Jesucristo el Hijo de Dios. Los santos tampoco dudaron aún ante la cara de cierta muerte, martirio, por profesar su fe.

En la sociedad de hoy, hay tanta indiferencia en materia religiosa que parece improbable que seamos cuestionados en negar nuestra fe o morir. Los demonios han creado una forma indirecta de negar a Dios hoy en día. La sociedad tiende a olvidar la fe de las personas bajo el falso pretexto de la “libertad” o separación de “la Iglesia y el estado”. Lo cual coloca a Dios a nuestra fe en una posición menos prominente de nuestras vidas. Dios ya no ocupa el primer lugar, si es que se le ha dejado alguno. Esta es una manera indirecta, diríamos, de negar a Dios (quien exige el primer lugar), de y en nuestras vidas.

La Religión y la política que deben ser ambas de gran importancia para cada individuo, ha sido relegada al último lugar y escondida de la vida del hombre. Frecuentemente escuchamos a las personas decir que no discuten temas de “religión ni política”, no discuten temas acerca de Dios o la sociedad. Sin embargo, estos son temas de suprema importancia para los individuos, no sólo de conocerlos, sino de amarlos y compartirlos con sus semejantes.

Nuestra sociedad y los demonios han dividido y vencido; en primer lugar la fe en Dios y después el amor a la patria, gobierno y aún sus mismas familias. Todo hombre parece aislado de la religión, política y sociedad familiar. Frecuentemente soy testigo de hombres que trabajan, viajan o viven juntos sin embargo están tan absorbidos por su egocentrismo que raramente si en algún punto reconocen la existencia de los demás alrededor de ellos. Los jóvenes tienen sus juegos electrónicos, mp3, y celulares y viven en su propio mundo “virtual” incapaces de soportar al mundo a su alrededor, mucho menos la vida real y sobrenatural de Dios.

Si les hablamos a estas personas acerca de Dios y la Fe, se nos quedan mirando como si estuviéramos hablando en un idioma extranjero. O toman una actitud como si estuvieran por encima de toda creencia o religión. Frecuentemente dirán que ellos creen que tenemos el derecho de creer lo que nosotros queramos. Por lo tanto tienen el derecho de creer lo que ellos quieran, por lo tanto debemos eliminar toda conversación sobre este tema y hablemos de algo más importante. Sin embargo, ¿Qué puede ser más importante que nuestro bienestar por toda la eternidad?

Como verdaderos católicos debemos estar vigilantes y expresar nuestra fe. No debemos avergonzarnos de tener en nuestros hogares artículos de nuestra fe para que los vean quienes nos visiten. No debemos dudar en bendecirnos al iniciar los alimentos, rezar el santo rosario, aún en lugares públicos. No debemos dudar al inclinar la cabeza ante el santo nombre de Jesús, o defenderlo cuando es usado en vano. Debemos estar siempre preparados para recibir los sacramentos, especialmente la confesión y santa comunión. ¿Cuántas almas son escandalizadas y perdidas por toda la eternidad porque la negligencia de los “buenos” católicos?

Cuando se nos pregunta nuestra fe, no debemos perdernos en lo que respondemos. Todo católico debe por lo menos poder decir el Credo de los Apóstoles, en cualquier momento. En este se encuentra un verdadero resumen de nuestra fe verdadera. Existen también el credo Atanasio y de Nicea para refutar varios errores en contra de la fe. Debemos saber nuestro catecismo y estar preparados para responder cualquier pregunta que puedan lanzar los incrédulos. Debemos también, hoy día, tener conocimiento de los decretos del Concilio de Trento. Este concilio nos da una solemne profesión de fe y refuta muchos errores de los herejes de los tiempos modernos, especialmente los de la nueva religión (Novus Ordo), que promueve un falso ecumenismo, liberalismo y modernismo.

No nos engañemos a nosotros mismos pensando que por no negar abiertamente nuestra fe, hemos hecho algo bien. Frecuentemente el hombre se condena por los pecados de omisión. Es tanto como una negación de Cristo como el no decir o hacer nada. No debemos ser fanáticos, sin embargo debemos no ser descuidados de nuestras obligaciones de profesar nuestra fe, de palabra obra y acciones.

Así sea.

Sunday, January 18, 2009

SEGUNDO DOMINGO DESPUES DE EPIFANIA

18 ENERO 2009

Queridos Hermanos:

En el evangelio de hoy somos testigos de las Bodas de Cana. El primer milagro público de Jesucristo realizado en beneficio del estado matrimonial. Es por lo tanto, adecuado que fijemos nuestra atención en este maravilloso sacramento.

El matrimonio une a dos personas por el resto de sus vidas. “Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre” (San Mateo. 19:6). Es por lo tanto imperativo que seamos muy cautelosos al escoger a la compañera o compañero que deseamos para nosotros. El estado no compatible es un verdadero infierno. Dos personas son unidas en cuerpo y alma en esta vida y frecuentemente esta unión es la causa de su felicidad mutua y eterna o su miseria eterna. Seamos cuidadosos en escoger la pareja que Dios desea para nosotros y no la que complazca nuestras pasiones caprichosas.

En la mayoría de los casos las personas se casan por cuestione pasajeras como belleza, dinero o estatus social. Para darse cuenta en corto tiempo que eso no les dará la felicidad mas bien por el contrario se convierten en causas de gran miseria y tristeza. O peor tantito, que los bienes materiales se terminen y descubrir que tal persona, ya no les interesa. Sin embargo, están unidos para toda la vida.

En general todos debemos permanecer castos especialmente los que se están preparando para el matrimonio. El estar comprometidos no es licencia para vivir en pecado. Quienes son indulgentes en sus deseos sexuales cuando están solteros se preparar a sí mismos para el desencanto y frustración en el estado matrimonial. San Pablo declara que: “Si te casas, no pecas, si una virgen se casa tampoco peca, sin embargo, ambos deberán tener la tribulación de la carne” (1 Corintios 7:28). La tribulación de la carne es la miseria y el dolor de cabeza que pensaron dejar al entrar al estado matrimonial, sólo para enterarse que este se incrementa y es por siempre la unión de ambos. Cuando entramos al matrimonio debemos hacerlo como hijos de Dios con motivos virtuosos y no por lujuria.

Digamos como el joven Tobías. “ Tú sabes Señor que no por pasiones lujuriosas tomo a mi prima por esposa, sino por el amor a la posteridad, en la cual tu nombre ha de ser bendecido por siempre” (Tobías 8:9) o digamos con Sara “Tú sabes Señor, que no conozco hombre, y he mantenido mi alma limpia de toda lujuria… consiento tomar esposo, con Temor de Ti, no por lujuria” (Tobías 3:16,18).

La indulgencia sexual en la pornografía, abusos sexuales, fornicación y adulterio sólo lleva a situaciones irreales que nunca podrán realizarse. Lo cual ocasiona frustración y desencanto en el estado matrimonial al ver que eran sólo fantasías que no pueden realizar ni encontrar felicidad en estas. En tales relaciones deja de existir en verdadero amor para convertirse en amor propio.

La pareja se convierte en instrumento de uso personal para la gratificación sexual personal.
Nuestros cuerpos fueron creados para algo mas grande y extraordinario que las pasiones y deseos pasajeros. Las gratificaciones desordenadas y pasajeras son sólo motivo para vaciar nuestra alma, vergüenza y repudio para sí mismos y por quienes han sido instrumentos en cooperación en alcanzar estas vergonzosas actitudes.

El primer milagro de Jesucristo fue por el beneficio del estado matrimonial. Aún hoy en nuestros días sigue ofreciendo Su gracia a los esposos. Sin embargo nosotros debemos corresponder con estas gracias haciendo lo que toca de nuestra parte. Como dijimos en líneas anteriores debemos entrar al estado matrimonial con intención y voluntad apegada a la voluntad de Dios. A menos que hayamos recibido este sacramento de forma sacrílega, debemos hacer una confesión general.

Esto nos hará humildes y libres del pecado, por lo tanto merecedores de las gracias del matrimonio. Para luego entonces recibir a nuestro Señor en la Santa Comunión entrando en el santo matrimonio con Cristo. No sólo presente en nuestro corazón y alma, sino en nuestros cuerpos, al entrar a este nuevo estado de nuestras vidas el Matrimonio.

Los que están comprometidos digan con el piadoso, joven Tobías: “Sara, levántate y hagamos oración a Dios, hoy, mañana y el próximo día. Porque por estas tres noches seremos unidos en Dios, y cuando la tercera noche haya pasado, estaremos en nuestros aposentos, porque somos hijos de Santos y no debemos unirnos como los paganos que no conocen a Dios” (Tobías 8:4,5) .

Para los que han tenido la des fortuna de haber entrado al estado matrimonial sin esta vocación de Dios o por motivos inmerecidos escuchemos la voz de san Agustín: “Si no has sido llamado, llámate tú mismo.” Hagamos penitencia por nuestro pasado y enmendemos nuestras vidas. Entonces Dios estará con nosotros, y nos otorgará todas las gracias necesarias para que podamos preparar nuestra salvación y asegurar nuestra felicidad eterna en el Cielo.

Así sea.

Saturday, January 10, 2009

FESTIVIDAD DE LA SAGRADA FAMILIA

11 DE ENERO DE 2009

Queridos Hermanos:

“Jesús fue con sus padres y estaba sujeto a ellos”

Vemos en este pasaje de hoy, el fundamento más perfecto de la Familia. La obediencia es la clave para mantener unida a la sociedad, especialmente a la unidad más fundamental – la familia.

Cristo vino a este mundo, no ha hacer su voluntad sino la voluntad de su Padre Celestial. Y de acuerdo a esta obediencia a su Padre Celestial estuvo sujeto en obediencia sus padres terrenales.

A ambos, a la Santísima Virgen y a San José. Vemos al Rey de Reyes sujetándose en obediencia a un simple carpintero y a su Esposa. Esta es verdaderamente una gran lección de humildad, si somos capaces de verlo de esta manera.

¿Quién es el mayor en esta familia? (Jesucristo) y ¿quién es el menor, en estas Sagrada Familia? (San José). Sin embargo, quien es la cabeza y gobernador de esta familia, sino el menor en dignidad sobrenatural, San José. Y quién le sigue en autoridad, sino la Santísima virgen, María.

Ella es mayor en dignidad, sin embargo me mantiene sujeta a su esposo, San José. Más aún el niño Jesús es obediente a ambos, sin embargo, el Mayor en dignidad porque El, es Dios.

Y Cristo continuó esta obediencia a los demás, de este mundo. Obedeció a la autoridad civil etc.

Cristo ha sido obediente hasta la muerte!

Existen dos tipos de obediencias, la servil o forzada y la filial o por amor. Evidentemente la obediencia de Cristo no era servil o forzada sino que fue más bien filial y por amor.

Tal vez no deberíamos considerar clasificar la obediencia forzada, porque tal coerción no es realmente obediencia del todo. Sin embargo lo mencionamos porque este es el tipo de obediencia que existe en el mundo. El niño que de manera forzada hace lo que sus padres le dices es visto como niño obediente, sin embargo esto no es verdadera obediencia.

La verdadera obediencia es la conformidad y unidad de las voluntades. El sujeto une su voluntad a la voluntad del superior. Hace lo que el superior le pide, no por temor al castigo o por fuerza sino por su amor al superior y porque desea cumplir la voluntad de este. Cuando el sujeto se hace uno con la voluntad de su superior y desea lo que este desea. Este sujeto es obediente.

El niño que obedece como los fariseos la letra de la ley pero no el espíritu de esta, no es verdaderamente obediente. Tal niño, puede decir a su madre que ha limpiado su cuarto y pensar que es obediente, cuando lo único que ha hecho es esconder todo en el closet. Ha cumplido la letra de la ley, ha limpiado su cuarto, mas no hecho lo que su madre le ha pedido. No ha unido su voluntad a la de ella. Esto no es la verdadera obediencia sino una ilusión de esta.

Aunque a muchas mujeres no les agrada escuchar esto, pero todas ellas tienen un superior, su esposo. Es de esperar que los obedezcan, así como deben obedecer al padre, los hijos. ¿Si las esposas no lo hacen como esperan estas que, sus hijos lo hagan? Los niños imitan el ejemplo que les dan los mayores. Si nunca ven la práctica de la verdadera obediencia, ¿cómo la pueden aprender o implementar en ellos mismos?

Ahora bien, ¿esta autoridad autoriza a los padres y esposos convertirse en Tiranos y Dictadores?

Evidentemente, NO.

San José estaba muy lejos de hacer eso. San Pablo nos dice que los esposos deben amar a sus esposas como sus propios cuerpos, deben amar a sus esposas como Cristo ama a su Iglesia.

Cuando el superior ama a sus sujetos, desea o busca sólo lo mejor para ellos. Nunca pedirá u ordenará nada que los lastime, degrade o perjudique etc. Por ningún motivo. Cuando el sujeto ve el amor del superior corresponde de la misma manera y busca unirse en voluntad con este. (Para lograr así la verdadera obediencia).

Hemos visto la destrucción de la familia por la simple destrucción del verdadero amor y la obediencia verdadera. Les sigue la destrucción de la sociedad; la ciudad; el estado y la nación.

Obedezcamos verdaderamente al superior que Dios haya puesto sobre nosotros. Seglar, religioso y familiar. Obedezcamos en todo excepto en el pecado. Al hacer esto sabremos que estamos obedeciendo, no sólo a Dios, sino que además, lo estamos complaciendo. Busquemos cumplir no sólo la letra de la ley de Dios o de la Iglesia sino que más bien cumplamos el espíritu de la Ley al unir nuestra voluntad a la voluntad de Dios.

Así sea.

Monday, January 5, 2009

FESTIVIDAD DEL SANTO NOMBRE DE JESUS

4 DE ENERO DE 2009

Queridos Hermanos:

No existe ningún otro nombre por medio del cual podamos salvarnos. Este es el nombre que esta sobre todo nombre. Este es el nombre por el cual se debe doblar toda rodilla en el Cielo en la tierra.

Este santo y sagrado nombre trae esperanza y nuestra salvación. Debe llenar cada corazón con gratitud y amor. Sin embargo, con qué frecuencia es usado sin cuidado, en vano. ¿Cuántas veces ha sido usado en falsos juramentos? ¿Cuántos usan este nombre como justificación de su nueva religión, que de manera obstinada sustentan en contra de Éste. Cuantos usan este nombre, sin embargo esta dicho: No todo aquel que diga Señor, Señor entrará en el reino de los cielos.

Existe un gran número de religiones que se denominan “Cristianas” y seguidoras de Jesucristo, sin embargo, sus acciones muestran la falsedad de su doctrina. ¿Cuántos seguidores de estas religiones “Cristianas” apoyan el divorcio y el volverse a casar, cuando Jesucristo lo ha dicho bien claro: Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre? ¿Cuantos seguidores hay de estas religiones que rechazan seguir las palabras mismas de Jesucristo al decir: Este es mi cuerpo, esta es Mi sangre? ¿Cuántos cristianos viven sus vidas en el adulterio, la fornicación, sodomía?

Rechazan el mismo nombre que invocan. Usan este santo nombre para promover sus más pecaminosos comportamientos.

Por otro lado, ¿cuántas veces es usado el santo nombre de Jesús en vano, y usado en el vocabulario común vulgar y maldiciente?

¿Ha perdido el ser humano la razón? ¿Creemos que podemos blasfemar este santo nombre y permanecer completos?

Insultar el buen nombre de alguien es igual a insultar a la persona misma. Cualquier abuso de su nombre es abusar de Su gracia y Su persona misma.

Este nombre fue escogido para El desde toda la eternidad.

Los pecados más graves en contra de este santo nombre son cometidos no por los que desconocen a Dios sino por quienes se dicen sus seguidores, quienes dicen conocerlo, amarlo y servirlo.

El segundo de Sus Mandamientos: No juraras en nombre de Dios en vano. Esta después del que se refiere a la Idolatría y tiene mucha relación con este. Qué es lo que hacen los que usan el nombre de Dios en vano, sino que suplantar un dios falso en Su lugar. Toman lo que es sagrado y Santo y lo profanan. Hacen un Dios a su imagen y semejanza y al hacer esto su posicionan ellos mismos sobre de Este. Haciéndose, de esta manera, dioses a sí mismos. Porque sólo Él puede estar sobre lo sagrado y santo, es decir Dios mismo. Sin embargo Dios nunca abusara de Su santo Nombre. Sin embargo esto es precisamente lo que muchos hombres hacen. Intentan ser más que Dios, al hacer lo que el mismo Dios no se atrevería hacer.

¿En donde están los verdaderos cristianos? ¿Dónde están los que aman este Santo Nombre? El número de los seguidores y verdaderos amantes de Dios parece estar muy reducido.

Todos los ya mencionados, que deshonran o desvirtúan el santo nombre de Jesús son evidentemente enemigos de Dios y Sus palabras. Sin embargo, nos dice, que quien lo ama guardará Sus palabras.

Ser propietario de una biblia o utilizar la palabra de Dios para provecho propio no los hace seguidores de Cristo. Los seguidores de Cristo escuchan Su palabra y guardan Su santo nombre de manera Sagrada.

Todo esto, sólo se puede lograr en la Iglesia, Una, Santa, Católica Y Apostólica, que Jesucristo mismo fundó. Fuera de esta no hay salvación, porque no existe otro Cristo. Nuestra única salvación y esperanza está en el Santo Nombre de Jesús.

Sin embargo, de entre quienes tienen la verdadera fe. ¿Cuántos hay, que tienen verdadero amor por este Santo Nombre? ¿Cuántos inclinan la cabeza o doblan una rodilla al escuchar este santo Nombre? ¿Cuántos caen en la trampa del mundo, al insultar y usar para maldecir con este santo nombre?

Imitemos a los santos que tenían tanta reverencia y amor por este Santo Nombre que no dejaban nunca de reverenciar y usar de manera especial y con un gran amor y devoción el santo nombre de Jesús. Algunos de ellos recogían el más insignificante pedazo de papel que contuviera este santo nombre para reverenciarlo como un gran tesoro.

Recordemos que este santo Nombre hace que se flexione toda rodilla, incluso en el mismo infierno. Los demonios temen y tiemblan ante este poderoso y santo nombre. Seremos tontos no hacer voluntariamente lo que los mismos demonios deben hacer por toda necesidad.

Así sea.